Descripción

Durante un masaje relajante , se pueden experimentar una serie de sensaciones placenteras y reconfortantes. La primera sensación que se percibe es la de relajación profunda, ya que el tacto suave y firme de las manos del terapeuta comienza a liberar la tensión acumulada en los músculos.
A medida que el masaje avanza, se pueden experimentar sensaciones de alivio y calma, a medida que el estrés y la ansiedad se disipan. Los movimientos fluidos y rítmicos de las manos del terapeuta pueden provocar una sensación de fluidez en el cuerpo, haciendo que la mente se aquiete y se concentre únicamente en las sensaciones físicas.

Conforme el masaje continúa, es posible que se experimenten sensaciones de bienestar y equilibrio, ya que la circulación sanguínea se estimula y se liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad. La piel puede sentirse suave y tersa, gracias a los aceites esenciales utilizados durante el masaje, lo que añade una sensación de lujo y confort.
Al finalizar el masaje, es común sentirse rejuvenecido y con una sensación de renovación física y emocional. El cuerpo se siente ligero y libre de tensiones, mientras que la mente está serena y en paz. En resumen, disfrutar de un masaje relajante durante una hora es una experiencia sensorial inigualable que brinda numerosos beneficios para el cuerpo y la mente.